Tratamiento Térmico de Recocido en Aceros

El tratamiento térmico de recocido consiste en el calentamiento del acero hasta alcanzar una temperatura adecuada, luego se debe dejar durante un intervalo de tiempo determinado  y enfriar adecuadamente con el objetivo de ablandar el acero. Se emplea en materiales deformados en frío para disminuir las consecuencias de la dureza generada por deformación del metal y ampliar la ductilidad para un trabajo posterior, también para disminuir la granulometría, generar suavidad, incrementar las  propiedades eléctricas, magnéticas y en algunos casos, mejorar el maquinado.

La efectividad del recocido depende de la modificación de la austenita que depende de la composición del acero y de su respectivo diagrama TTT. Para lograr el desempeño óptimo de este tratamiento, se utilizan ciclos térmicos que se clasifican de acuerdo a la temperatura hasta la cual se calienta el acero, que puede estar por debajo de A1 (recocido subcrítico); por encima de A1 y debajo de A3 o Acm (recocido intercrítico) y recocido de austenización completa por encima de A3. En el recocido se presentan procesos de recuperación donde disminuye la densidad de las dislocaciones , porque  se activa la difusión a altas temperaturas, esto conlleva a  un crecimiento del grano y recristalización, en otras palabras  que los nuevos granos reemplazan a los granos que sufrieron deformación.

Generalmente, la microestructura obtenida es  perlita gruesa acompañada de cementita o ferrita, para esto se debe tener en cuenta si el acero es hipo o hipereutectoide. En el caso de máximo ablandamiento  se adquiere una microestructura de carburos esféricos con cementita en una matriz ferrítica, cuyo nombre es esferoidita. 

En la siguiente figura se muestra con fines ilustrativos la microestructura de un acero al carbono 1045 sometido a un tratamiento térmico de recocido a diferentes temperaturas. Las fotografías se tomaron con un microscopio óptico utilizando aumentos de 200x y 500x respectivamente.

Acero AISI SAE 1045 Recocido