lunes, 27 de julio de 2015

Explotación De Carbón, Un Hecho Del Todo Bueno, Del Todo Malo, O Con Un Punto De Equilibrio

En la mayoría de los casos cuando se logran acontecimientos con grados elevados de evolución se debe a la crisis o alguna dificultad, es así que desde hace mucho tiempo el hecho de no poseer una luz diferente a la que el medio proporcionaba, obligó de cierta manera a la creación del fuego, de la misma forma ocurrió con la explotación del carbón, aproximadamente en el año 1973 se presentó una crisis energética, cuya única alternativa se vio orientada hacia la investigación de energías que puedan sustituir al petróleo.

Colombia, afortunadamente es uno de los países con una riqueza muy importante,  uno de los dos departamentos que inicialmente fueron la solución a esa dificultad son: La Guajira y el Cesar. En la década de los 80, la minería a cielo abierto ya era toda una realidad.

Entre 1980 y 1996 las divisas como productos de las exportaciones aumentaron significativamente, pero ¿a qué se hace énfasis al conversar sobre la minería a cielo abierto?

La gran minería a cielo abierto: Esta técnica de minería es un proceso continuo que comienza con el descapote del suelo y la remoción de la capa vegetal, para luego pasar a la perforación y voladura del material estéril (roca y tierra) que al  fragmentarse se carga, transporta y deposita en los botaderos de la mina. Esta operación prosigue en el tajo hasta que son expuestos a la superficie los mantos o vetas de carbón que debido a su inclinación natural, hacen que la extracción se realice por niveles escalonados, siguiendo las vetas hasta llegar a la profundidad que sea técnica y económicamente viable. 

Una vez se ha extraído el carbón y se ha alcanzado la máxima profundidad factible, se empiza en el tajo el proceso de restauración, rellenando con material estéril el vacío generado por la extracción del mineral, se repone la capa vegetal y se reforesta el área empleada en la minería.

Mientras eso sucede,  ¿qué influencia tiene en el  medio ambiente ?

Infortunadamente este método de explotación suele ser más destructiva que la subterránea, una serie de factores permiten catalogarla como perjudicial para el entorno, uno de ellos son la aparición destacada de desechos orgánicos, por otro lado, la capa superficial natural que permanecía en el mismo estado desde el momento de su inicio con la explotación bajo tierra queda alterada de forma irreversible, dejando atrás un paisaje inerte. De la misma forma, los acuíferos y los cursos de agua próximos pueden resultar afectados, al poner en peligro la fauna y flora del sitio. Además, el arrastre de las partículas en el agua perjudica a la agricultura, al erosionar y esterilizar las superficies de cultivos. 

Todos estos factores podrían hacer entrar en este momento en un paradigma: ¿es rentable sacrificar el entorno por una mejor economía?, o ¿simplemente por perdurar la conservación de los recursos naturales se impide el desarrollo industrial?

Como sociedades hay muchos medios de sostenimiento, pero la minería se ha convertido en uno de los más usados, dejando a un lado la agricultura, la pesca y otras labores en sectores donde los minerales son parte fundamental de esas superficies, se sacrifica el ambiente a cambio de unos recursos, ¿qué ocurrirá cuando la explotación llegue a su fin y nuestro horizonte no sea más que un desierto árido?

Además de su impacto ambiental, los problemas para la salud humana también aumentan: Los gases, polvo en suspensión, ruidos y vibraciones de la maquinaria y explosiones pueden afectar a los habitantes próximos a estas minas, en forma de enfermedades respiratorias o del sistema nervioso. 


El incumplimiento de las normas legales y la descoordinación de los organismos encargados del control de esta actividad minera han empeorado el deterioro medio ambiental, aunque según grandes expertos, la problemática ha mejorado en los últimos años. Actualmente, la estricta normativa que recae sobre las explotaciones mineras regula la composición de los vertidos, las emisiones contaminantes o la recuperación del paisaje afectado. Los estudios de impacto ambiental colaboran para evitar posibles fallas y deterioros ambientales originados durante los trabajos de extracción. 

La mayoría de los problemas derivados de la actividad minera persisten durante prolongados periodos de tiempo. Por esta razón, la aplicación de medidas correctivas es fundamental. Los expertos hablan de tres aspectos importantes en el momento de gestionar una explotación minera de la manera más respetuosa posible con el entorno: Prevención del impacto ambiental, antes o durante las labores de explotación; restauración del terreno, devolviendo su aspecto natural; y remediación, solucionando los problemas que la restauración no pudo cumplir satisfactoriamente. En cualquier caso, la minería a cielo abierto altera de tal manera el entorno natural, que no es posible recuperar por completo el entorno, ni siquiera con la reintroducción de las especies originales. 

Actualmente se habla de medidas compensatorias para rehabilitar la zona afectada, ofreciendo las condiciones que permitan alojar un nuevo hábitat. Ninguna de estas tareas resultará efectiva a largo plazo si no hay un seguimiento estricto del proceso.

¿En donde queda nuestra labor como ingenieros y la responsabilidad humana con la naturaleza? ¿Acaso no hay una metodología para gestionar de manera eficiente estas dos problemáticas o reducir los efectos que este proceso trae?

Los expertos ofrecen una serie de recomendaciones al momento de gestionar una explotación minera de superficie y de recuperar posteriormente la zona: 

• Extracción selectiva de los materiales y uso de redes de drenaje y depuración de vertidos. 

• Reutilización de los escombros, que pueden ser aprovechados como material para firmes de carretera, hormigones, materiales cerámicos: como fuente de energía en el caso del carbón; como fertilizantes para la agricultura; o como elementos para restaurar suelos degradados 

• Restauración del terreno, rellenando la cavidad minera usando las balsas y escombreras. Cuando esto no es posible, se utiliza la llamada "minería de transferencia", que recupera una zona del yacimiento mediante los materiales que se extraen en otra zona del mismo, como en la mina de carbón Emma, en Puerto llano (Ciudad Real).

• Remediación de los terrenos favoreciendo la formación de micorrizas, usando lodos ricos en nutrientes, o añadiendo cal para neutralizar la acidificación. Luego, se procede a la introducción de especies vegetales, siendo aconsejable el sembrado de trébol u otras leguminosas.

Es necesario ejercer conscientemente esta actividad, y estar dispuesto en todo instante para alcanzar con éxito una minería que sea menos destructiva con el medio ambiente, que permita un desarrollo y evolución industrial, sin perder la diversidad y belleza dad por la madre naturaleza.

El futuro depende de  nuestros actos, y el de quienes serán los nuevos habitantes del planeta.

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